Publicada en Diario de Cuyo el Domingo 25/01/15
Lic. Maximiliano Aguiar
Director Acierto Consultora
Estamos todos conmocionados, y con razón. La muerte de Nisman
nos ha golpeado a todos. En esta columna intentaremos analizar el impacto político
de este hecho trascendente.
Comenzamos definiendo
los hechos que generan Conmoción Social como aquellos que modifican de manera
sustancial el devenir social, que cambian el eje del debate, que dividen las
aguas y que generan una corriente de atención exclusiva y excluyente, que
monopolizan el espacio público, que generan incertidumbre y fuertes pasiones
encontradas.
La muerte del fiscal Nisman es un hecho de estas
características. Veremos por qué
1- El Contexto:
Tres elementos del contexto marcan el caldo de cultivo para
semejante repercusión.
El atentado de la AMIA: gigantesco acto terrorista sufrido
por nuestro país, fue un hecho bisagra en su momento, y está grabado en la
memoria emotiva de los argentinos. El fiscal investigaba precisamente este
hecho.
Atentado a Charlie
Hebdó: Los atentados
terroristas de Francia desviaron la atención de la opinión pública de los temas
del verano, inflación, hechos de inseguridad y campaña de 2015, hacia temas
asociados al terrorismo. Esto amplió el público disponible para atender a un
hecho de estas características.
La denuncia de Nisman: Días antes, los argentinos tomamos
conocimiento de la denuncia del fiscal, nada menos que a la presidenta de la
Nación y el Canciller Timerman . Esta denuncia ya monopolizaba el espacio en
los medios de comunicación y el debate cotidiano.
2-El Hecho:
El asesinato/suicidio de Nisman ocurrió el día previo a su
presentación en el Congreso, en el momento en el que todos los ojos estaban
situados sobre él, y tiene ribetes dignos de una novela de
Edgar Alan Poe. Un departamento en el piso 12, cerrado por dentro, custodiado
por 10 guardias, donde sucede lo imposible. Aun quienes no están interesados en
la AMIA, en el terrorismo, en sus acusaciones o en la política misma se ven intrigados
por el hecho.
Tal fue el impacto que hasta los programas de chimentos
dedicaron horas de su programación a cubrir el episodio, e hipotetizar sobre el
mismo. El hecho llegó a todos, y sus efectos también. Desde la prensa política
a la amarilla, de las redes sociales a las mesas del almuerzo familiar.
3- El Impacto:
Leía un interesante post en Facebook en el que alguien
afirmaba: "Los
hechos confirman sin lugar a dudas lo que cada uno de nosotros piensa desde
siempre”. Así, aquellos grupos que ya estaban en contra de la presidenta CFK
culparon de manera instantánea al gobierno, dando además por ciertas las
acusaciones de Nisman. Por el contrario, los
defensores de la gestión acusaron una conspiración de los medios opositores y
de grupos de poder para “voltear” a Cristina, “lo mataron porque la acusación
era un mamarracho”.
Era esperable de estos ruidosos grupos. Pero
¿qué pasa con el resto de los argentinos?, “los moderados”, los “ni/ni”. Se
debaten, estupefactos, ante un hecho que los ha conmovido, son sujetos en
transformación permanente, atentos a lo que sucede en esta novela de suspenso
(y de terror).
Para los actores políticos, en esta etapa los
silencios hablan tanto o más que las palabras, y las posibilidades de
equivocarse son enormes. Ante un hecho cambiante e irresuelto, cualquier
palabra de más puede hacer caer a quien la pronuncie en las fauces del
descontento colectivo. Una adecuada comunicación es fundamental para
sostenerse, o aprovechar este contexto borrascoso. El gobierno y varios actores
políticos cometieron graves errores que ameritarían una columna completa.
¿Para dónde saltará la liebre?
El “caso Nisman” hoy golpea fuerte al gobierno
nacional y, de rebote, puede afectar a los candidatos oficialistas. Pero en
contextos de Conmoción Social, los resultados de mediano plazo pueden ser
otros, en virtud de los vuelcos que pueda ir dando la causa.
¿Qué pasa si mañana se descubre que fue un
asesinato cometido por alguien que se
sacó una foto con un candidato opositor? Eso no afectaría a los ciudadanos ya
definidos, sino al importante segmento que tiene opiniones políticas y apoyos irresueltos . Ese electorado
disponible, que aun no ha sido captado de manera firme por ningún candidato a
presidente, es el que determinará cómo sigue esto, y definirá las elecciones.
El tema nos preocupa a todos y esta historia
continúa, hay que estar atento y ver para qué lado salta la liebre.